El día jueves 11 de abril, fuimos al centro de Ozanam para que nos dieran una charla de protocolo infantil. Donde aprendimos como solventar ciertas situaciones a las que no estamos acostumbrados. Nos impartieron un curso de 4h, obteniendo un titulo acreditativo.
Los objetivos de este protocolo de actuación es promover la coordinación para mejorar la atención a los menores de edad víctimas de maltrato familiar, evitando la victimización primaria y secundaria que pudieran sufrir en el proceso de intervención. Dar a conocer el concepto de Política de Protección y Buen Trato (PPBT), Contextualizar la LOPIVI (2021) y cómo nos afecta como profesionales Exponer la PPBT de la entidad y su alcance.
Estadísticas de violencia contra la infancia en el mundo:
1000 MILLONES de niños, niñas y adolescentes experimentan violencia cada año.
9 de cada 10 niños, niñas y adolescentes viven en países donde el castigo corporal no está totalmente prohibido.
1 de cada 5 niñas y niños sufre abusos sexuales.
Informe 2014-2020 sobre delitos contra la libertad indemnidad sexual en España:
Menores que han sido abusado de delitos contra la libertad, de entre 0 a 13 años: en el año 2014 hubo 4721 menores y en 2020, de entre 14 a 17 años, con un total de 6274. En 2020 había aumentado un porcentaje del 49'13%.
Los elementos claves para definir la violencia:
- Acción, omisión o trato negligente.
- Causa o puede causar un impacto negativo en el niño, niña o adolescente.
- Puede ser cometida en distintos ámbitos.
- Puede producir daño físico y/o psicológico.
- Existen muchos tipos de violencia y es importante identificar cada una de ellas.
Las consecuencias abarcan todas las áreas del desarrollo del niño, niña y adolescente: el
desarrollo físico, emocional, cognitivo y social. Todas ellas tienen un origen común, que la
vivencia emocional de miedo por parte de la víctima.
Responsabilidad de las entidades sociales:
La protección de las niñas, niños y adolescentes es responsabilidad de todos y todas. Hay que generar una cultura de buen trato, prevenir y reducir los riesgos que pueden generar situaciones de desprotección, Asegurar que el personal, operaciones y programas no hagan daño a los niños y niñas.